Esta pintura es un memento mori; es decir, un reconocimiento de que somos seres finitos y no viviremos para siempre. En lugar de causar tristeza, esta pintura invita a vivir tomando conciencia de nuestra posición en el universo. Dado que la pinté en la Ciudad de México, a partir de un mapa del siglo XVII, uno de los vértices del triángulo rojo está en la ciudad, y otro apunta a España y el continente africano. Una pensativa calavera —grabado tomado del famoso libro de Andrea Vesalio— mira un cráneo sobre un pedestal, debajo de la villa del Leviatán. La inscripción del pedestal pone en latín: "vivitur ingenio, caetera mortis erunt", esto es, "De talento se vive, lo demás será muerte".
Pintura acrílica y transfer sobre papel Fabriano de 300 gr/M2. Las medidas de la pintura son 50 cm de alto x 35 cm de ancho. El año de la pintura es 2017.
